martes, 28 de agosto de 2018

Hay prejuicios

Los prejuicios nos llueven
y nos golpean en la cara
al pedir la hora, al entrar
a un bar y al tratar de existir,
de nuevo, cada mañana.
Hay prejuicios instalados
en las mentes de la gente
aguardando a atisbar algo
que señalar y juzgar.
Hay prejuicios impresos en los espejos
esperando a jugar con tu ego
como una pelota de playa
que pueden hinchar y patear.
Hay prejuicios, repito.
Ni siquiera pretendo rimar bonito.
Sólo quiero decir que
inevitablemente,
hay prejuicios.

Para siempre

Siento que todo brilla y florece.
Las sonrisas se han quedado en nuestras caras para siempre.

Encantada de conocerte

Me acerco a ti como una hoja.
Como una hoja en blanco
que por capricho del viento
te ha encontrado.
Y curiosa recibo aquello
que has vivido y que merece
ser contado.

Mi alma ha crecido últimamente

A veces necesito diseccionar vuestras palabras y me quedo en silencio y os preguntáis qué cojones me pasa, si soy tonta, borde o maleducada.
Pero es que a veces necesito diseccionar las palabras y almaceno cada letra en un compartimento que le tengo dedicado en mi cerebro. Luego, cuando estoy sola, literal o figuradamente, cojo un hilo de pensamiento y canturreo enebrando consonantes y vocales con algunos sentimientos.
Las joyas que me salen no las vendo. Perderían la magia y la pureza de la espontaneidad, correría el riesgo de que mis creaciones sucumbiesen a la moda y dejaran de portar mi alma. No puedo permitírmelo. Mi alma es un pájaro migrante que por error ha nacido dentro de un humano en lugar de ocupar un nido. Mi alma ha crecido últimamente y necesita otras moradas para no desbordarse por mis orejas o por mis ojos en forma de sangre o de lágrima.
Así que disecciono las palabras que me donan y tejo patrones divertidos donde mi alma pueda recrearse.

Lo que quiero en mi vida

Sólo quiero aquello que prende mi ser en llamas más allá de la carne.
Quiero en mi vida aquello que hurga heridas, lo crudo, lo verdadero, lo real.
Lo que toca con sus manos el plano donde el alma duerme y la despierta para invitarla a bailar.
Por el día río de amor. Por la noche lloro de amor. Cascadas de amor es lo único que veo.
Sueño amor, hablo amor, escribo amor.
Dios es Amor.
Los dioses en mi cuerpo: Entusiasmo.
El mundo: las flores sobre sus tallos, los animales libres y la fruta en mis manos.