viernes, 26 de diciembre de 2014

Llevo días en silencio junto al eco de mi voz.

Garabateo gotas
de lágrimas de tinta azul
y almohadas, gatos,
zapatos tirados,
medias luces,
mamparas, lámparas.
Lloro miedos,
cicatrices,
heridas, sueños,
panes, sopas,
recuerdos, hechos.
Coso corazones,
calabazas, fresas,
sonrisas, melones,
bolis, cuadernos.

Busco versos entre escombros
¿La soledad es también cruel con vosotros?

Sola, sola, sola.
Ya no tengo miedo
pero aumentan las cuestiones
¿Porqué? ¿Para qué
una Julia sin rumbo,
un hada sin magia,
un pájaro mudo?
Me sobra amor.
Me falta amor.
Escribo amor.
Vomito amor.


Podré decir que sé vivir.

Siempre que siembre,
que busque,
que escudriñe las sombras,
los renglones vacíos,
que lea entre líneas.
Siempre que mire, que aprenda,
siempre que esté sedienta,
siempre que pare y coja las riendas
podré decir que sé vivir.


jueves, 11 de diciembre de 2014

lunes, 1 de diciembre de 2014

Reflexión de la generación semianalógica.

Ganábamos el tiempo
con el aburrimiento
creando y creyendo
que éramos héroes
del mundo que enfermo
se movía alrededor.
Descubriendo vida
bajo piedras,
mundos entre las letras
y alegría en la canción.
Éramos niños sin prisa:
sin zapatos o camisa
salíamos al balcón.
Jugábamos con cualquiera
que su sonrisa cediera
y buscase diversión.
El mundo era tan sencillo
que las desgracias ajenas
escapaban a la razón
y la ignorancia de otros
ante las injusticias
impactaba el corazón.
No hay infante que no quiera
ser feliz a su manera
y lo intente a diario.
No te interpongas, adulto,
en los sueños que en el futuro
serán motores, seguro
de un mundo mucho mejor.


¿Y qué hacemos con esto?

Fui sincera con tod@s
menos conmigo misma,
por consecuencia no lo fui
con una sola persona.

Fingí no juzgar a nadie
mientras me juzgaba sola,
y creí tener más verdades
que reacciones fallidas.

También creí no ser nada
y dejé de ver el mundo,
pues lo que le pasa a uno
se refleja en su cosmos.

Creí no tener virtudes
y se las negué al otro.
Creí no tener agallas
y el miedo se me subió al hombro.

Todo eso que ves que enfrente
es producto directo de tu mente,
la vida te insta a ser consecuente.

Las personas son espejos
que te devuelven tus peros,
herramientras para verte.
Úsalas correctamente.