Si no escribo.

Si no escribo las palabras se me anudan a las comisuras
de los labios y se empeñan en retener mi sonrisa.
Es un castigo por no liberarlas,
el precio a pagar por dejarlas presas.

Pereza

La pereza es siempre mi mayor enemiga,

me impide aprender, divertirme y avanzar en la vida.

Pero es tan cómoda y calentita... ¡Como las cosas que engordan!

Son siempre las más ricas y no me resisto a comerlas.

A veces juego.

A veces juego a que soy un purificador de energía:
Inspiro los malos royos y luego expiro alegría.
¡Cuando lo repito un rato, parece que hasta funciona!
Espero que alguien lo note, cerca o lejos, en otra zona.

Otras veces sonrío a todo aquel que me cruzo:
A veces es muy sencillo, otras me cuesta un esfuerzo.
Observo sus caras y algunos me devuelven la sonrisa,
otros se extrañan e intentan desaparecer a toda prisa.

¿Hacia dónde vamos?

Son los gritos del planeta los que me impiden dormir,
saber que a cada segundo alguien comienza a sufrir:
Saber que en cada minuto hay alguien que está muriendo
y por nuestro egoísmo inducido no le estamos ayudando.

Este tren descarriló hace ya mucho tiempo
y sus pasajeros son ciegos que ignoran su destino,
el combustible es la manipulación y el desconocimiento,
pero se dicen "qué más da, mientras me sea cómodo el camino".

"La lágrimas no tienen horario."

¿A qué vienes, tristeza, arruinando las horas?
¿A qué, los pensamientos negros y las lágrimas?
¿De qué me sirven los minutos en la sombra?
¿De qué, los oscuros versos y palabras?

Quiero saber cuántos se salvan y cuántos perecen ahogados.
Quiero saber si estas alas se desprenderán de su pasado.
Quiero alzar la vista al cielo, y no para contener el llanto.

¿En qué momento el papagayo tiñó de gris sus plumas?
¿En qué minuto el sol se dejó eclipsar por la luna?

Aún su alma es de pájaro, es evidente, 
sólo es otra batalla en la guerra que libran el cuerpo y la mente, 
es que cuesta más avanzar cuando se hace a contracorriente.

(Y me repito a mi misma: ¡Aletea una poco más fuerte!)

Podría II

Podría sentarme en el puente, a tu lado,
encender un pitillo y mirar al horizonte, con los ojos achinados.
Tú podrías hacerme preguntas sobre ti, sobre nosotros.
Yo podría contestar borderías y decir lo contrario con los ojos.
Podría tararear nuestra canción;
y tú, al escucharla, podrías suponer que todo irá bien.
Podría rodearme con tu brazo;
y yo podría dejarme abrazar como quien no quiere.
Podríamos suspirar, podríamos ver el tiempo pasar despacio.
Podríamos ver las gaviotas volar y cómo las nubes se van marchando.

Podría l

Podría levantarme cada mañana con una felicidad basada en un perfecto e hipotético futuro.
Podría, quizá, fingir como hacen ellos y hacer como que encontré mi sitio.
Podría contentarme con esto, y no intentar ir más allá.
Podría pensar menos y negar la realidad.
Pero también podría darle la espalda a todo y seguir adelante, confiar en mis pasos sin temor a equivocarme.
Podría extender las alas y aunque no me roce nadie, mirar al horizonte y emprender mi viaje.
Podría seguir avanzando, crecer, no conformarme...
Podría volver a ser lo que dejé de ser por un instante.

Fragilidad

Tenemos el deber de ser felices.

Tenemos el deber de ser felices.
De tratar de avanzar con todas las cicatrices.
De dejar de actuar como actores y actrices.
De tomar las riendas de la vida y olvidarse de quizáses.

Tenemos el deber de avanzar con frente alta.
De no darnos por vencidos y luchar nuestras batallas.
De no permitir que el pulso se pierda por desesperanza.
De saber que hicimos todo para equilibrar la balanza.

¿Qué es el ego?

¿El cruel disfraz tras en el que ocultar tus sentimientos?
¿Una máscara que arropa tus más profundos miedos?
¿Es egoísmo o amor a ti mismo?
¿Es altivo o realista?
¿Da confianza o ciega la vista?

El amor (no) es.

El amor no es una relación de noviazgo, no es un gesto altruista, no es una pesada carga que deba portar una espalda entumecida. No es una cadena, ni una jaula. No es un aburrido juego con restrictivas reglas. El amor no es una muleta en la que apoyar nuestras penas. No es una camisa de fuerza, no es una mordaza en la boca. No es una religión con humillantes dogmas.

El amor, simplemente es. El amor fluye, se nutre, baila, sonríe, comparte. El amor está en las parejas y en los amigos, en la naturaleza, en la familia, en el arte. Está en una mirada, una sonrisa a un desconocido. El amor es ayudar a un anciano, a un adolescente, a un adulto, a un niño. El amor es comprensión y solidaridad. Es ser fiel a tu propia verdad. El amor es risa. El amor es caricia. Es energía renovable, fértil tierra, germinante semilla.

El amor vive en los detalles, y no en los regalos.
Vive en los besos y en los abrazos.
Vive en nosotros, aunque lo negamos.
Vive en los sueños. No nos conformamos.

Cuando el instinto precede al pensamiento.

Soy caliente, soy pasión, soy fuego,
y lo siento si te quemo,
soy consciente. A veces temo
abordar con mis llamas
tus montes, en pleno invierno.
Es que se inundan de energía los momentos,
cuando el instinto precede al pensamiento.

Zombies

Dicen que puede separarse el sexo del amor,
pero el AMOR, amigo, no puede separarse de nada.
¿Cómo hacerlo, si todo es amor en sus diversas formas?
Y si eres capaz de excluirlo de alguna de tus acciones,
entonces, ¿De qué sirven éstas? ¿En qué quedan?
Verás cómo se convierten en una sórdida masa de intenciones, tiempo, espacio y hechos.
Una vorágine de sinrazón.
¿Es acaso posible un beso sin labios? ¿Una mirada sin ojos?
¿Una caricia sin piel? ¿Una vida sin pasión?
Y ésta es la causa de los zombies que nos rodean:
desdichados, perdidos, confundidos, irrespetuosos y vacíos zombies.

Hacer, Sentir, y Hacer sentir.

Nada más hondo, puro e imperecedero que la Sensación en sí misma.

Es un cincel que con tiento nos esculpe el Alma,

un instante Infinito, 

la Eternidad en un segundo,

Vivir, Sentir, Imaginar, Revivir, Sentir otra vez y vuelta a empezar.

Ando

Ando

buscando mentes,

ignoro cuerpos

bellos.

Verbos

pierden sentido:

cerebros

se han escondido.

Lobos

persiguen liebres,

y sus ojos

no consiguen verme.