Qué habéis hecho con la gente
cocida lentamente al miedo
que se aferra fehacientemente al credo
y abandona la racionalidad correspondiente.
Qué habéis hecho a sus mentes,
a sus bocas llenas de dientes y
a sus lenguas que echan fuego ardiente
que como lava quema el pelo.
Ya más no puedo con esta rueda
donde la ignorancia da paso a la violencia
y la inconstancia educativa a una población necia.
Joder, detente, si el presidente pide una mano
échasela al cuello.
Mi voz se cansa y pongo a trabajar mis dedos
pero lo que no descansa nunca es mi pensamiento
luchando para mantener la inocencia
que el corazón posee de nacimiento.
lunes, 14 de septiembre de 2015
martes, 8 de septiembre de 2015
Un corazón desequilibrado.
Amar la vida.
Con amor en los zapatos.
No doy por perdida la esperanza del progreso.
No tacharé caminantes por sus traspiés o titubeos.
No adoctrinaré ignorantes, ni construiré altares a los sabios.
Mi razón es caminar con amor en los zapatos.
No tacharé caminantes por sus traspiés o titubeos.
No adoctrinaré ignorantes, ni construiré altares a los sabios.
Mi razón es caminar con amor en los zapatos.
Los horizontes de mi madurez
Voy trepando los horizontes de mi madurez
y asombrosamente el sol se esconde
siempre un poco más lejitos.
Trepo rocas, conquisto copas,
y nunca llego al horizonte
que se expande mientras lo busco.
y asombrosamente el sol se esconde
siempre un poco más lejitos.
Trepo rocas, conquisto copas,
y nunca llego al horizonte
que se expande mientras lo busco.
Ermitañadas
Los aislados tenemos el privilegio de la impunidad que la soledad de un camino peregrinario aporta. Autoindulgencia del propio pensamiento ante tropiezos y pasos en falso. Ésta es la libertad que aporta el estilo libre, la creación sin moldes, la ausencia de metas. No hay nadie más puro que el que ignora los convencionalismos, y nadie más fustigado por la masa homogeneizada. Mirar sin prisma, hablar sin lengua y usar los dientes demasiado es el fallo del herido que se arropa con el miedo.
Me pregunto si mi vocación es mi destino, a pie de calle, o habré de callar ante el curioso, como mi lengua demanda. Busco sin encontrar, encuentro donde no busco, ando por el bordillo y no desprecio nunca la inocencia; pues fue mi primer tatuaje, el más criticado y confundido.
Me pregunto si mi vocación es mi destino, a pie de calle, o habré de callar ante el curioso, como mi lengua demanda. Busco sin encontrar, encuentro donde no busco, ando por el bordillo y no desprecio nunca la inocencia; pues fue mi primer tatuaje, el más criticado y confundido.
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