aunque nos parieran lejos,
hermanas de camino abrupto
y de sinuoso sendero.
Hermanas somos de sangre
que renueva nuestros cuerpos.
Hermanas y más que hermanas.
Compañeras de progresos.
De lejos, fuerte, nos llamamos
y tocarnos la piel no podemos,
pero nos tocamos los corazones
con las yemas de los dedos.
Siempre cargo en mis espaldas
kilogramos de sus pesos
y ellas cargan en las suyas
pesadillas que yo tengo.
Las risas se multiplican
dividiendo sufrimientos.
Para mis diosas gladiadoras
hermanas queda pequeño.