jueves, 19 de julio de 2018

Yo sé

Yo sé que ahora
tu corazón
anda rebotando contra las paredes
como en una partida de pinball.
Y tú,
suicida,
buscas perder la bola
a falta de paciencia para encontrar
el muelle de la victoria.

Sonrisa

Y al extinguirse el sonido de mi voz
surgió de la nada en su rostro
un desfile de alegres estrellas,
una línea que guía el camino,
un coro de pájaros mudos.
Blancos como espuma de ola,
dientes que como un telón
anunciaban una risa profunda
que jamás había oído.

Aléjate

Tu sonrisa descascarilla
poquito a poco
mi corazón.
Tu sonrisa.
Tu juego
está cambiado mis planes
sin yo quererlo.
Aléjate de esta persona
que brilla sola
y cuando le tocan el alma
a veces se esconde en la sombra.
Aléjate y molesta a otra
a quien no le importe
si lo que dicen tus ojos
es verdad o no.
Yo sigo volviendo a mi círculo, 
haciendo planes conmigo,
comiendo sola y bebiendo
rodeada de amigos.
Podemos echar unas risas,
podemos descubrir lugares
pero más de una tarde soleada
no puedo quedarme.
A la noche mi mundo cambia
se vacían mis arsenales
duermo con el pecho abierto
y mis esperanzas me hacen vulnerable.
Maldita musa visita mi cuaderno en esta tarde, musa que saca la verdad de dentro y me deja en evidencia. No hay ciencia que ayude al sentimiento, ni pensamiento válido para apagar los incendios que provoca en mi alma el verano.

Mis manos

Tengo las manos frías y descarnadas
de tanto saludar al viento, nadar en el agua y avivar los fuegos. Tengo las manos ásperas, olvidadas de cuidados,
y el esmalte no me dura ni dos días. Los nudillos se me rajan y el cómo ha pasado se me olvida. Pero mis manos siempre encuentran el compás, transforman amor en caricias, los fideos en sopa, los pelos en trenzas y los papeles en dibujos y poemas.

Ese día - el desenlace.

Me quería como un niño quiere
la pelota con la que otro juega.
Y me cuidaba, claro,
para que no se la quitaran.
Me quería y me dejaba
como a un objeto.
Lo que él no sabía es que
yo soy la que más me quiero.
Dije adiós y no me creía;
él escuchó 'hasta luego',
y así terminó la historia
del que parecía ser un mago
y acabó siendo un inmaduro obsesionado.
Ahora llama a una puerta sorda,
le reza a santos que no existen,
no distingue amor de capricho,
y se cree con el derecho de insistirme.
Yo vuelvo a mi cueva dorada,
a mi morada apacible,
y así me aislo de su ruido
orgullosa de cuidarme.

martes, 10 de julio de 2018

Instagram

Estaba mirando a mis amigas pero
no
las
veía.
No eran sus caras ni sus cuerpos,
no eran sus vidas.
Estaba buscando inspiración
y me sentí cansada. Cansada
de levantar telones
y confeccionar máscaras.
Voy a sentarme en este circo
unos minutos
para pensar y recordar siempre
que formar parte de este acto
no forma parte de mi debut.

Caricias

Tengo caricias labradas en el sistema nervioso; caricias populares de cuyos creadores se diluyó toda autoría.
Si cierro los ojos y me siento sola
las caricias recordadas duelen a un nivel más allá de lo epidérmico, duelen dulce y huelen a intimidad y a abrazo.
Después las meto en su cajita dorada y añil, al lado de la amígdala, y me distraigo con el primer lepidóptero que pasa.

martes, 3 de julio de 2018

Amigo

El mundo da miedo, amigo.
Pero ven, sal de debajo de la cama.
No tienes que blandir el arma
ni gritar tan fuerte para demostrar
que eres poderoso.

No quiero atacarte.
Vengo, sin embargo, a invitarte
a respirar tranquilo y observar
toda esa gente que se encuentra
sonriendo a las personas,
tendiendo la mano a otras,
compartiendo la comida y
trabajando para que
todo ser viviente tenga,
al menos, una oportunidad.