conozco tus horas de sed.
He de abrirme a este mundo
mas no te dejaré de ser fiel.
Quizá ya no vuelco
mi aliento en tus hojas
tanto como lo hice ayer,
pero estoy llenando mi alma
de vida que luego te inyectaré.
No te niego mis líneas,
No te niego mis líneas,
ni mi amor, ni mi fé.
Éste es un guiso de cocción lenta
que sólo algunos sabemos comer.
que sólo algunos sabemos comer.