jueves, 4 de abril de 2013
Paradise Circus
Estiro mi cuerpo y suavemente me dejo llevar por el sonido.
Me transportan largos toboganes de seda, amplios y coloridos, ondeantes como
banderas en representación de la Vida. Me deslizo sin resistencia, cerré mis
ojos pero puedo ver. Las bandas de
tejido danzan sensualmente, se entrelanzan y desenredan al ritmo que el suave
Viento marca. A mi alrededor florecen flores sin necesidad de tallo,
suspendidas en el aire primero y uniéndose a la coreografía después. Nenúfares
flotan a mi alrededor mientras llueven pequeños pétalos. Respiro y siento olor
de jazmín e incienso penetrar mis poros. La fragancia me envuelve y acuna mi
alma. Ahora siento que estoy desnuda como nunca lo había estado. Doy vueltas
sobre mi misma, me acurruco y me estiro de nuevo sintiendo la caricia de la
seda sobre mi piel. En mi pecho siento fuego y una energía que va creciendo. Mi
cuerpo es liviano, y más fuerte que nunca, siento que pudiera volar sin
necesidad de alas. Ahora no sé qué significa miedo, y me dejo caer con los
brazos abiertos, pero me elevo sin esfuerzo y con un par de movimientos tomo
rumbo al Sol.
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