sábado, 8 de diciembre de 2018
Sin sentido y sin raíces
a perder lo que no tengo,
a tenerlo y que me ate,
a perderlo y que me mate
la pena de los recuerdos.
Ese miedo
sin sentido y sin raíces.
Tu cuerpo es tuyo y es perfecto
Tu cuerpo es tuyo y es perfecto. Es la nave en que tu mente alien explora el mundo y la vida. Crece, ensancha y se arruga. Sangra, tiembla, se cansa y suda. Cada pelo y cada poro tienen una función.
Tu cuerpo tiene todo lo que necesitas para ser todo lo que eres o lo que quieras ser. Sólo necesita gasolina de la buena, como frutas de colores y comida cocinada con amor. Alguna caricia y abrazos, ojos a los que mirar y días en los que sonreir
Cuando me preguntas qué he comido
Me he acostumbrado a ser libre; o al menos a intentarlo todo el día, todos los días. A dejarme llevar por los impulsos. A amar sin continente todo el contenido. A agradecer lo que pierdo y lo que añoro. A echar de menos con una sonrisa. Me he acostumbrado a mis chistes, a mis juegos y a mis ciclos.
Y tú haces tambalear todo esto
cuando me preguntas qué he comido.
Estoy fuera de control
he soltado los mandos,
no hay nadie al volante.
Y aunque suene gracioso y arriesgado
no tiene la más mínima pizca de gracia.
Vale que cada día termino en lugares inesperados,
pero navegar sin rumbo es muy poco práctico.
Juntas
Y yo me pregunto qué más da dónde hayamos nacido, quiénes fueron nuestros padres, cuál es nuestro acento, de qué color es nuestro cuerpo, cuántas extremidades tenemos, con qué sexo nacimos o cuáles son nuestros sueños. Qué más da, si al fin y al cabo, queramos o no, estamos juntos y juntas en esto. ¿No será mejor que aprendamos a ser libres y a dejar ser libres a las demás personas, para no entorpecernos mutuamente la aventura, la magia, la ilusión de estar vivas?¿Qué es la vida si no un espacio y un tiempo que nos ha sido dado para explorar esta realidad y su grandeza?
Familia
El personaje principal de esta historia eres tú, aunque podría ser yo. Pero hablemos por un momento de ti, por que tú te dejaste convencer de que el camino de la vida era uno preestablecido y te lanzaste de lleno hacia lo que esperaban de ti. Dejaste atrás el campo, el misterio, los libros que amabas y la curiosidad. Llegó la monogamia y los bebés, la boda, las facturas, las responsabilidades y el miedo que conllevan. El miedo al futuro. La incertidumbre. Esto agrió tu carácter, pues habías dejado atrás tu camino, tu verdadero yo, tu sino. Te habías convertido en una cebolla en cuyo centro seguía estando tu felicidad, escondida bajo capas y capas de piel de actor de teatro. Y el carácter agrio, la tristeza, y la decepción ante la promesa de la vida perfecta que habías conseguido y que no te llenaba, metamorfosearon en gritos e insultos, en golpes y objetos estrellados en las paredes de lo que se suponía debía ser un nidito de amor. Exigencias y control, frialdad, distancia. Sin besos, sin abrazos, sin conversaciones estimulantes ni ilusión por las mañanas. Y mucho, mucho miedo. ¿Quién se atreve a llamar a esto vida? ¿Cómo llamarlo amor o familia? Un grupo de personas sobreviviendo en un espacio cuadrangular delimitado por paredes no es una familia. Pero ésta no era tu intención. Tus malas decisiones te llevaron al egoísmo, en un intento por equilibrar lo que te habías negado a tí mismo, y el control sobre los demás era un placebo que anestesiaba la sensación de que tu vida se te escapaba de las manos.
Pero esta vida es buena y en ella siempre, siempre, hay lugar para una oportunidad más. Y con las oportunidades, aunque también el miedo, vienen las sonrisas y los suspiros, los nuevos lugares y personas, nuevos recuerdos, nuevos momentos. No podemos cambiar el pasado, pero el presente es un laboratorio de experimentación en el que a cada minuto se cocina un futuro distinto, dependiendo de los ingredientes que cada uno elija. Por eso, que esta historia trate de ti o de mi no tiene mucha importancia. Lo que importa es que en el subconsciente colectivo crezca la idea de que cada persona es sastre de sus vivencias y de que tomar la responsabilidad correspondiente es el camino hacia la felicidad global.
Yo soy la luz
en movimiento; la rueda
antes de su invención.
Soy una llama que prende fuego
a la sagrada intención.
Yo soy amor y tú lo sientes,
y luego eres tú el amor.
Somos uno; yo no odio
desde que aprendí a amarme.
Puedes si quieres criticarme,
pero la crítica endurece el corazón
y cuesta andar con una piedra
en el pecho, mejor elige el amor.
Amar da alas y vientos
que te llevan a tu destino,
y se te aparece el camino
que antes te costaba ver.
No temo a equivocarme,
temo a estancarme
y dejar de crecer.
Pero una cosa es segura,
aunque te cueste creer;
una vez das libertad a tu cuerpo,
tu alma no para de florecer.
Orgasmo
no es tener un orgasmo.
Follar no es llegar
a tener un orgasmo,
que te regalen un orgasmo,
que te provoquen, que te saquen,
un orgasmo.
Cuando estoy sola siempre
llego al orgasmo,
pero nunca puedo
alcanzar el tacto
de tu piel caliente,
el olor de tu aliento,
la suavidad de tu lengua,
la profundidad de tus ojos,
la dulzura de tu movimiento.
No puedo
oír tus palabras,
sentir tus caricias.
No puedo
recibir tu energía,
remover
y mezclarla
con la mía.
Infinito
encontrar el círculo.
El círculo que soy
y siempre he sido.
Y cuando tu círculo
se acerque y nos besemos,
seremos un infinito.
lunes, 24 de septiembre de 2018
Las mujeres decentes
sábado, 22 de septiembre de 2018
Sobre cómo me convertí en tortuga
Les dieron miedo mis garras y me recorté las uñas.
Mis alas les molestaban y las dejé en mi casa.
Mi silbido también jodía y me quedé en silencio.
Mis dedos se movían mucho y dejé de usarlos.
Aún sin alas caminé, y no convino.
Así me encontré callada y quieta;
indefensa busqué algo que me tapara,
y me convertí en tortuga.
martes, 18 de septiembre de 2018
No puede
Se ha roto algo que no existía.
Los cristales y las piezas al caer
no tienen eco pues no hay materia.
La ilusión embauca hasta al corazón más roto
y luego
el proyecto se le escapa de las manos
y se estampa contra el suelo.
Rajadas las manos, no sangran.
Llorando los ojos, sin lágrimas.
Cantando canción, sin garganta.
No puede doler la herida
pero duele.
No puede morir la risa
pero muere.
No puede existir el amor
pero existe.
Yo veo aquello y todo esto
Hay heridos por ambos bandos
y de ambos bandos
acumulándose en las cunetas
de los cientos de callejas
que componen la ciudad.
Excrementos y desechos,
piernas y brazos amputados
son galeras que navegan
y decoran con su tinte
de rubí encarnado las paredes,
las aceras y los suelos.
Hay personas que se ahogan
las gargantas con sus manos.
Con sus propias manos.
Otras sumergen sus caras en
las sucias aguas, y otras
golpean sus cabezas contra paredes
con movimientos estereotípicos.
El olor
a podredumbre e inmundicia.
A cerebros con gangrena.
A lenguas de palabras leprosas.
A manos que sólo quitan.
A pies que a falta de callos tienen uñas oxidadas que te rascan la espinilla hasta el hueso.
Sus gargantas están llenas
de gargajos y de sangre
y cataratas se derraman
cuando intentan hablarte.
Sus ojos reflejan el ansia
por llegar a conocerte y darte pena
darte asco o darte muerte.
Lo demás es robar siempre.
Yo veo aquello y todo esto.
Y a veces veo mucho más.
La bondad
Nadie ama la bondad.
La bondad es un colchón
donde rebotan.
Una ventana que golpean.
Una prenda de ropa que
elogian pero nadie vestiría.
La bondad es equilibrada,
es silenciosa; es aburrida.
Viene, queda o se va
pasando desapercibida.
Bondad casi no queda,
y si queda está escondida
exhausta de tambalearse
entre escombros y ruinas.
viernes, 7 de septiembre de 2018
Mi tarea
Se ve que paulatinamente fui construyendo un discurso demoledor contra mí misma. Se dió lugar que varios elementos de mi entorno, y mi traidora mente, se conchabaron en mi contra para encerrar la flor, pisar la llama, apagar el pájaro. Perdidos estáis ahora que me he percatado.
También ocurrió después que, queriendo compensar el desajuste, y aún todavía no siendo totalmente consciente de él, me regalé con exhaustivos esfuerzos y descansos sin sentido. Este no es el caos que busco.
Mi tarea ahora es buscar mi equilibrio, calmar mis necesidades, cuidarme como sé cuidar y como sé que sé cuidarles.
miércoles, 5 de septiembre de 2018
Lo he perdido
El tocólogo o la tocóloga
debieran empezar su trabajo un poco antes;
quizá incluso antes
del momento de la concepción.
He perdido el deseo sexual.
Lo he perdido.
Debí haber creado el hábito
de guardarlo siempre en el mismo sitio.
El caso es que cumple en la vida
un papel muy específico
y no encontré nada bueno
por más que me empeñé en sustituirlo.
Me recomendaron un sexólogo
y hasta a Paco Lobatón
lo que pasa es que tengo sospechas
de que me lo ha secuestrado el corazón.
Un corta royos, corta alas,
un envidioso empedernido
que no soportaba ver al otro disfrutar
sintiendo en su adentro el vacío.
"Ya basta de risotadas, tonterías y gemidos.
Aquí o disfrutamos todos
o no disfruta ninguno".
Para colmo mi cerebro
le ha seguido la corriente
"Eso, estamos aburridos,
exigimos un filtro de gente".
Esto pasó a edad muy temprana,
me dio ahora por quejarme
por que al cabo del tiempo la gente
dejó de visitarme.
No es que no me llamaran o vinieran a buscarme,
es que mi cabeza y mi pecho
son dictadores implacables.
Y aquí sigo campante, volviéndome cada vez más planta y dando besos a las abejas que me sobrevuelan despistadas.
Tras la puerta
Hay un señor tras la puerta de mi cuarto
y se da un aire a Don Quijote.
El pobre no mira, no habla;
ni dice, ni oye.
Ha nacido de la nada
y creo que le puedo ayudar:
Voy a dibujarle unas orejas,
y unos ojos con pestañas,
y su boca.
Una vez reconozca su rostro como suyo,
él ya sopesará
si sale de mi cuarto o se agazapa
para siempre
tras la puerta.
Yo le he avisado de que a veces
oigo jazz y otras rock metal,
y que alguna vez me oirá gemir
y otras llorar.
Si me respeta eso,
él sabe
que se puede quedar.
martes, 28 de agosto de 2018
Hay prejuicios
Los prejuicios nos llueven
y nos golpean en la cara
al pedir la hora, al entrar
a un bar y al tratar de existir,
de nuevo, cada mañana.
Hay prejuicios instalados
en las mentes de la gente
aguardando a atisbar algo
que señalar y juzgar.
Hay prejuicios impresos en los espejos
esperando a jugar con tu ego
como una pelota de playa
que pueden hinchar y patear.
Hay prejuicios, repito.
Ni siquiera pretendo rimar bonito.
Sólo quiero decir que
inevitablemente,
hay prejuicios.
Para siempre
Siento que todo brilla y florece.
Las sonrisas se han quedado en nuestras caras para siempre.
Encantada de conocerte
Me acerco a ti como una hoja.
Como una hoja en blanco
que por capricho del viento
te ha encontrado.
Y curiosa recibo aquello
que has vivido y que merece
ser contado.
Mi alma ha crecido últimamente
A veces necesito diseccionar vuestras palabras y me quedo en silencio y os preguntáis qué cojones me pasa, si soy tonta, borde o maleducada.
Pero es que a veces necesito diseccionar las palabras y almaceno cada letra en un compartimento que le tengo dedicado en mi cerebro. Luego, cuando estoy sola, literal o figuradamente, cojo un hilo de pensamiento y canturreo enebrando consonantes y vocales con algunos sentimientos.
Las joyas que me salen no las vendo. Perderían la magia y la pureza de la espontaneidad, correría el riesgo de que mis creaciones sucumbiesen a la moda y dejaran de portar mi alma. No puedo permitírmelo. Mi alma es un pájaro migrante que por error ha nacido dentro de un humano en lugar de ocupar un nido. Mi alma ha crecido últimamente y necesita otras moradas para no desbordarse por mis orejas o por mis ojos en forma de sangre o de lágrima.
Así que disecciono las palabras que me donan y tejo patrones divertidos donde mi alma pueda recrearse.
Lo que quiero en mi vida
Sólo quiero aquello que prende mi ser en llamas más allá de la carne.
Quiero en mi vida aquello que hurga heridas, lo crudo, lo verdadero, lo real.
Lo que toca con sus manos el plano donde el alma duerme y la despierta para invitarla a bailar.
Por el día río de amor. Por la noche lloro de amor. Cascadas de amor es lo único que veo.
Sueño amor, hablo amor, escribo amor.
Dios es Amor.
Los dioses en mi cuerpo: Entusiasmo.
El mundo: las flores sobre sus tallos, los animales libres y la fruta en mis manos.
jueves, 19 de julio de 2018
Yo sé
Yo sé que ahora
tu corazón
anda rebotando contra las paredes
como en una partida de pinball.
Y tú,
suicida,
buscas perder la bola
a falta de paciencia para encontrar
el muelle de la victoria.
Sonrisa
Y al extinguirse el sonido de mi voz
surgió de la nada en su rostro
un desfile de alegres estrellas,
una línea que guía el camino,
un coro de pájaros mudos.
Blancos como espuma de ola,
dientes que como un telón
anunciaban una risa profunda
que jamás había oído.
Aléjate
poquito a poco
mi corazón.
está cambiado mis planes
sin yo quererlo.
Aléjate de esta persona
que brilla sola
y cuando le tocan el alma
a veces se esconde en la sombra.
Aléjate y molesta a otra
a quien no le importe
si lo que dicen tus ojos
es verdad o no.
Yo sigo volviendo a mi círculo,
comiendo sola y bebiendo
rodeada de amigos.
Podemos echar unas risas,
podemos descubrir lugares
pero más de una tarde soleada
no puedo quedarme.
A la noche mi mundo cambia
se vacían mis arsenales
duermo con el pecho abierto
y mis esperanzas me hacen vulnerable.
Maldita musa visita mi cuaderno en esta tarde, musa que saca la verdad de dentro y me deja en evidencia. No hay ciencia que ayude al sentimiento, ni pensamiento válido para apagar los incendios que provoca en mi alma el verano.
Mis manos
Tengo las manos frías y descarnadas
de tanto saludar al viento, nadar en el agua y avivar los fuegos. Tengo las manos ásperas, olvidadas de cuidados,
y el esmalte no me dura ni dos días. Los nudillos se me rajan y el cómo ha pasado se me olvida. Pero mis manos siempre encuentran el compás, transforman amor en caricias, los fideos en sopa, los pelos en trenzas y los papeles en dibujos y poemas.
Ese día - el desenlace.
Me quería como un niño quiere
la pelota con la que otro juega.
Y me cuidaba, claro,
para que no se la quitaran.
Me quería y me dejaba
como a un objeto.
Lo que él no sabía es que
yo soy la que más me quiero.
Dije adiós y no me creía;
él escuchó 'hasta luego',
y así terminó la historia
del que parecía ser un mago
y acabó siendo un inmaduro obsesionado.
Ahora llama a una puerta sorda,
le reza a santos que no existen,
no distingue amor de capricho,
y se cree con el derecho de insistirme.
Yo vuelvo a mi cueva dorada,
a mi morada apacible,
y así me aislo de su ruido
orgullosa de cuidarme.
martes, 10 de julio de 2018
Estaba mirando a mis amigas pero
no
las
veía.
No eran sus caras ni sus cuerpos,
no eran sus vidas.
Estaba buscando inspiración
y me sentí cansada. Cansada
de levantar telones
y confeccionar máscaras.
Voy a sentarme en este circo
unos minutos
para pensar y recordar siempre
que formar parte de este acto
no forma parte de mi debut.
Caricias
Tengo caricias labradas en el sistema nervioso; caricias populares de cuyos creadores se diluyó toda autoría.
Si cierro los ojos y me siento sola
las caricias recordadas duelen a un nivel más allá de lo epidérmico, duelen dulce y huelen a intimidad y a abrazo.
Después las meto en su cajita dorada y añil, al lado de la amígdala, y me distraigo con el primer lepidóptero que pasa.
martes, 3 de julio de 2018
Amigo
El mundo da miedo, amigo.
Pero ven, sal de debajo de la cama.
No tienes que blandir el arma
ni gritar tan fuerte para demostrar
que eres poderoso.
No quiero atacarte.
Vengo, sin embargo, a invitarte
a respirar tranquilo y observar
toda esa gente que se encuentra
sonriendo a las personas,
tendiendo la mano a otras,
compartiendo la comida y
trabajando para que
todo ser viviente tenga,
al menos, una oportunidad.
lunes, 25 de junio de 2018
Hacer para ser
¿Has ido al gimnasio?
Y, en un segundo, la culpa
y el complejo.
El tengo que hacerlo y el
por qué no lo he hecho.
Y la escusa: la calle
estaba llena de gente;
gente con ojos.
Hay demasiada luz y
todo el mundo puede verme
pero nadie sabe quién soy.
Gente con bocas
desconectadas del corazón
cuyo Pantone de palabras
desentona con mi mundo.
¿Vienes a tomar cerveza?
Y ojalá me invitaran
a beber palabras, a
comer ideas, a comprar
la coreografía que los
pétalos de azahar
realizan cada madrugada
y cada amanecer;
la cual siempre está en oferta
para aquellos que vivimos
al borde del Síndrome de Stendhal.
Si pudiera poseer algo
elegiría la ausencia de
la necesidad de hacer
para ser.
E intento,
yo juro que intento
empujarme a hacer cosas
que todo el mundo hace
y que yo, siendo del mundo,
se supone que debo hacer.
Pero teniendo un solo cuerpo
resulta raro empujarse y
acabo con los dedos de los pies
empotrados en la frente
como un torpe erizo
que resbala cuesta abajo
en forma de bola y sin armas
para luchar contra la gravedad.
lunes, 18 de junio de 2018
Maestra de nadie
"Que no eres maestra de nadie,
que tú has venido a dar paz
y lo demás te es invisible.
Nadie te puede dañar."
No quiero evitar caricias aunque
sus pieles parezcan de lija.
Con ellas me pulen el alma
y tengo la espalda tan suave
que se escurren los miedos
y caen como gotas al suelo.
Parece increíble que encuentres fuentes
para nutrirte en estos desiertos, pero
siempre encuentras y cada situación te da más.
Tengo el pecho encendido, ya te lo he dicho.
Luego un muchacho no distingue mi estela
de entre otras ellas. Hay que ser un stargazer.
Hay que ser muy fuerte para
hospedar gente rota
en el hueco de la clavícula.
A veces te nutren, a veces te explotan,
a veces te matan, a veces te mienten
a la cara. Y tú que lo sabes, te callas:
-Que no eres maestra de nadie,
que tú has venido a dar paz
y lo demás te es invisible.
Nadie te puede dañar.
Para estar entretenida
La he cagado, dicen, por no sufrir en silencio,
Por esta maldita boca,
Por la maldita cabeza que me imaginaba contigo aunque quieras a otra.
A otro ser que no existe, una realidad paralela, una idea ideal, una forma,
una princesa que en mí no encuentras.
El miedo ha podido conmigo y se ha anticipado al desastre
Y no conozco astro que me muestre el camino pa seguir adelante con esto.
O quizás ha sido el tedio de conocer esta historia a través de spoilers que me ha ido haciendo la vida.
¿soy hoy el cazador cazado, es esta la prueba del karma, o quizás otro drama que invento para estar entretenida?
Pero a veces me duele por dentro y me urgo la herida,
Me pregunto si de verdad te importó o si era solo un pasatiempo.
Si sólo existe hoy dime qué cojones hacemos sacrificando el momento por asegurar un futuro calmo el cual, sabemos, no existe.
-Era sólo un juego y me aposté la vida.
+(Ya será pa menos)
Al menos el susto me sirve pa soltar estas letras suicidas
que mueren al borde de un folio,
Que muerden el canto una mesa,
Que tiran puñetazos al viento
Y patadas a diestra y siniestra.
Si puedo sacarme los ojos podré verte a menudo,
Si puedo hacer barbacoa de sueños tomamos de postre mi corazón crudo,
Sabroso y con jugo.
Gracias por estos dolores que empujan la sangre caliente
que se transforma en versos que luego podrá leer la gente
Y nadie entenderá.
lunes, 26 de marzo de 2018
La inundación
Pero ayer tuve problemas técnicos; una grieta en mi aljibe dejó en evidencia mis dotes como ingeniera. Una brecha que traté de tapar con mis manos de manera inútil y ridícula, perdiendo agua, perdiendo tiempo e incluso, si me pongo dramática, perdiendo entre los dedos la dignidad. Y es que mis sentimientos son como el agua; tan fértiles y transparentes, como escurridizos e insurrectos: Me son casi imposibles de contener.
Sospecho que esta avería es en parte culpa tuya, que has picado la piedra de mis muros con tus manos y con tu lengua mientras dormía y ahora que mis aguas se desbordan te haces el sorprendido. Y te has ido sin decirme qué hacemos con este campo encharcado, con esta inundación pequeñita, para que no se convierta en una ciénaga mal oliente de esas que atrapa los pies en sus lodos.
domingo, 25 de marzo de 2018
Una avestruz llameante
Al mismo tiempo, a veces siento que me doblo o me derrito, como si mi cuerpo no contuviera huesos, mis ojos son huevos duros que suplican que los maten para acabar con ese acto de la obra de teatro de la que involuntariamente forman parte.
Mientras tanto, mi cabeza me suplica que me calle pero escupo verborrea a una velocidad imparable machacando toda dignidad que recuperé en mis últimos silencios y tirándola por el desagüe. Luego calla mi boca, la muy puta, cuando tengo que explicarme, por más que mueva la lengua o mi cerebro lo comande se acumulan las palabras en la garganta y no salen. No puedo pedir ayuda, tampoco puedo ayudarme, la ansiedad quieta me embarga y la asquerosa mediocridad me invade.
Al poco rato me transformo en una avestruz llameante que masoca golpea suelos de cristal con el afán de esconder la cabeza, jugándose a propósito la posibilidad de degollarse.
viernes, 23 de febrero de 2018
Ese día
Desde el principio estuvo segura de que él era un mago que había transformado su vida en un fantasioso relato. Con trucos sin malicia y a la vista de todos demostró su pericia iluminando sus noches y ahuyentando a los lobos. Como buen maestro del escenario hacía uso de sus palabras mientras ella asombrada callaba. "Hablo demasiado", en una ocasión le dijo, y esa reflexión un dulce silencio produjo. Lo que después descubrió el mago es que cada verdad brillaba y ella cultivaba flores bajo el calor de sus palabras.
Así se pasaban las horas y se sucedían las apariciones mágicas. Cuando ella menos lo esperaba él salía de dentro de un cajón o de una caja. "¡Tachán!", decía su sonrisa, "¡Genial!", sonreía ella. Y se abrazaban alegres de compartir tiempo y espacio. Deprisa pasaba el tiempo si se sentaban al lado y si se echaban de menos pasaba muy muy despacio.
Y este cuento continúa, pues el final no se conoce. Quizá acabe pronto o nunca, sólo el destino lo sabe. Hoy ella y él siguen volando, haciendo magia y compartiendo lo que crean, lo que encuentran y todo lo que va surgiendo.
Estrellas en las mejillas.
Una vez conocí a un bonito ser en una playa. Cuando le encontré estaba sentado, sólo, mirando al mar. Me senté a su lado y, aunque estaba muy oscuro, en seguida me dí cuenta de que su piel era azulada y, a medida que bajaba la mirada, vi que por su cintura se tornaba verdosa hasta llegar a sus pies verdes alga. Tenía en la mirada una mezcla de tristeza y esperanza y, sin mirarme siquiera, me saludó y me contó con voz muy queda que estaba frustrado por que le fascinaban las estrellas, y sabía -decía -que nunca, nunca jamás, las podría tocar. Era tal su deseo, que se había quedado allí esperando por que una vieja canción marinera decía que algunas noches los pescadores veían estrellas que caían al mar.
Estuve escuchando su historia hasta que de pronto se volvió para mirarme y me fijé en que la cara le brillaba. Tienes pecas, le dije, y me miró extrañado. Entonces le acerqué un pequeño espejo que tenía guardado por casualidad y le alumbré con mi mechero. Al hacerlo, miles de diminutas estrellitas blancas y relucientes destellaron en sus mejillas. En unos segundos se había disipado su tristeza, me miró con sus ojos grandes y una luna creciente surgió de su boca. En ese mismo instante empezó a levitar, ¡lo juro! Poco a poco, su cuerpo se estiró hacia el cielo y se elevó dando carcajadas. ¡¡¡Gracias!!! - Gritaba mirando al cielo.- ¡Gracias! - Gritó mirándome a mí. Nunca más le volví a ver, pero aun me siento feliz por que cumplió su sueño y la vida me permitió ser una pequeña parte de su historia de ascensión.
Ahora, si su historia te ha provocado la más mínima mueca en la comisura de los labios, ve corriendo a un espejo; a lo mejor te sale una estrellita en la mejilla, o hasta puede surgir una luna creciente de tu boca.
jueves, 1 de febrero de 2018
Yo soy mujer
miércoles, 31 de enero de 2018
Lo siento.

Hoy podríamos cambiarlo todo.
Lo importante es ser valiente
y sincerarse, echar a andar el camino
sin temor a equivocarse.
Pedir ayuda a otras personas
y perdonarnos el pasado,
sin dejar de caminar nunca
hacia un mañana mejor iluminado.
viernes, 19 de enero de 2018
Que alguien me agarre los pies
se infla y se vuela, y mi cuerpo va detrás.