miércoles, 28 de marzo de 2012

2010.12.01

No parar de caminar, me dije.
Ahora, con una espina en el alma y amando, es difícil cumplir lo que me prometí.
He de elegir uno de los dos caminos que se presentan ante mi,
pero ambos me harán heridas tan profundas como imposibles de sanar.
Tras mucho divagar no encuentro solución alguna,
entonces decido sentarme entre ambos a esperar
apaciblemente
a la muerte.

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ƸӜƷ