viernes, 15 de noviembre de 2013

A QUIEN HABLA SIN SABER

No conoces los caminos que mi alma recorrió:
tapé las cicatrices y sequé mi frente,
tiré las vendas manchadas de sangre,
y fijé la vista en el horizonte.
Tuve que coser los miembros
de nuevo, a mi cuerpo.
Tuve que limpiar mis ojos
con lágrimas purificadoras.
Tuve que ungir mis brechas
de saliba con mi lengua.
Y una vez recuperada,
eché a andar.
Es un gran esfuerzo meterse
en un pellejo que no es el tuyo,
mas si no eres capaz de comprender,
o analizar, la amplitud de una vida
no pretendas sumergirte
en los detalles de la misma.

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ƸӜƷ