Hermana,
me levanté esta mañana
apenas sin ganas.
Una maraña de sentimientos,
una amalgama de pensamientos
que no sabía gestionar
me abrumaban.
Recibí tu llamada y,
a pesar de que me pesaba el alma
y no quería escuchar a nadie,
fui a verte.
Tus palabras tienen un no sé qué
que hicieron que me olvidara y,
cuando menos lo esperaba,
me estaba riendo a carcajadas
sin pesares en mi espalda,
batiendo fuerte mis alas,
abrazada a mis amigas
y llena de esperanza.
Tú eres magia.
Tú me sanas.
Tú eres, sin lugar a dudas,
mi hermana del alma.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Por favor, deja tu nombre o pseudónimo.
¡Mil gracias por comentar!
ƸӜƷ