
Un día, Uno le dijo a Dos: ¿Y si nos vamos por allí, más lejos, y exploramos lo que siempre nos gusta observar? Dos abrió los ojos y se preguntó en voz alta cómo no se les había ocurrido antes. Entonces pensaron cómo lo iban a hacer. Tras varias horas sentados encima de una roca dorada y gris, decidieron separarse y echar a andar. Acordaron, cada noche, mirar una estrella, lanzar un beso al aire, dar una vuelta de ciento ochenta grados, y sonreir. Así seguirían juntos aunque caminaran para alejarse.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Por favor, deja tu nombre o pseudónimo.
¡Mil gracias por comentar!
ƸӜƷ